Vivienda de una sola planta que A-cero ha diseñado en la urbanización La Finca en Pozuelo de Alarcón - España.
Un conjunto de casas con características muy similares (misma superficie y distribución) y un diseño exclusivo de volúmenes geométricos en colores naturales que juegan y se integran armónicamente el paisaje.
La fachada de la vivienda está constituida por arenisca “Niwalla yellow” combinada con arenisca “Teka”. Los colores naturales de este material insisten el propósito de integrar la residencia en el entorno que la rodea, orientándola al mismo tiempo hacia las vistas de los lagos y de las extensiones arbóreas que se extienden por las zonas comunes de la urbanización.
Asimismo, exteriores e interiores se aúnan a través de grandes ventanales convirtiendo el paisaje en una zona más de la residencia y rentabilizando al máximo la luz natural.
La cubierta desaparece convirtiéndose en una azotea plana como expresión de la evolución del proceso creativo. La pureza de formas se traslada al esquema constructivo, a los materiales y al entorno impulsando la unión entre la edificación y el contexto donde se ubica.
Continuando con el estilo elegante y ordenado de A-cero, el interior de la construcción destaca por una distribución diáfana y funcional que se divide en dos tomando como referencia la entrada principal. En el ala izquierda se localizan las habitaciones más privadas (cinco dormitorios (con sus respectivos baños) y una salita de estar) y en la derecha se encuentran las estancias más públicas. En esta área destacan especialmente los espacios amplios y abiertos, como el salón que se comunica con el comedor en dos ambientes diferenciados. Ambos se abren al jardín, porche y piscina a través de grandes ventanales, que junto a un patio interior aportan una gran luminosidad a la vivienda.
La cocina, de un tamaño no excesivamente grande y muy práctico, comunica con el comedor, la zona de servicio, el office y un aseo de cortesía. Una ubicación perfecta por la comodidad que ofrece su acceso a través de todas estas estancias.
Respecto a la decoración, se ha optado por una gama cromática de cobres, dorados y marrones que crean espacios acogedores, a la vez que modernos y sofisticados, en los que no faltan acogedores puntos de encuentro que invitan a sentarse y relajarse.
La construcción se rodea de un paisajismo con intervenciones atractivas compuestas de lagos, aves y una gran extensión arbórea que forma parte de las zonas comunes de la zona residencial. En el jardín privado de la vivienda destacan las extensiones de bojs combinadas con grava de piedras oscuras y arces japoneses en un contraste de colores sin igual. Asimismo, una serie de montículos de césped se elevan alrededor de estanques cubiertos de nenúfares creando un espacio natural de ensueño.
La fachada de la vivienda está constituida por arenisca “Niwalla yellow” combinada con arenisca “Teka”. Los colores naturales de este material insisten el propósito de integrar la residencia en el entorno que la rodea, orientándola al mismo tiempo hacia las vistas de los lagos y de las extensiones arbóreas que se extienden por las zonas comunes de la urbanización.
Asimismo, exteriores e interiores se aúnan a través de grandes ventanales convirtiendo el paisaje en una zona más de la residencia y rentabilizando al máximo la luz natural.
La cubierta desaparece convirtiéndose en una azotea plana como expresión de la evolución del proceso creativo. La pureza de formas se traslada al esquema constructivo, a los materiales y al entorno impulsando la unión entre la edificación y el contexto donde se ubica.
Continuando con el estilo elegante y ordenado de A-cero, el interior de la construcción destaca por una distribución diáfana y funcional que se divide en dos tomando como referencia la entrada principal. En el ala izquierda se localizan las habitaciones más privadas (cinco dormitorios (con sus respectivos baños) y una salita de estar) y en la derecha se encuentran las estancias más públicas. En esta área destacan especialmente los espacios amplios y abiertos, como el salón que se comunica con el comedor en dos ambientes diferenciados. Ambos se abren al jardín, porche y piscina a través de grandes ventanales, que junto a un patio interior aportan una gran luminosidad a la vivienda.
La cocina, de un tamaño no excesivamente grande y muy práctico, comunica con el comedor, la zona de servicio, el office y un aseo de cortesía. Una ubicación perfecta por la comodidad que ofrece su acceso a través de todas estas estancias.
Respecto a la decoración, se ha optado por una gama cromática de cobres, dorados y marrones que crean espacios acogedores, a la vez que modernos y sofisticados, en los que no faltan acogedores puntos de encuentro que invitan a sentarse y relajarse.
La construcción se rodea de un paisajismo con intervenciones atractivas compuestas de lagos, aves y una gran extensión arbórea que forma parte de las zonas comunes de la zona residencial. En el jardín privado de la vivienda destacan las extensiones de bojs combinadas con grava de piedras oscuras y arces japoneses en un contraste de colores sin igual. Asimismo, una serie de montículos de césped se elevan alrededor de estanques cubiertos de nenúfares creando un espacio natural de ensueño.
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